Congestión nasal, mucosidad, tos, estornudos, irritación de garganta, fiebre, dolor de cabeza, malestar, dolor muscular... Estas son algunas de las dolencias más comunes en esta época del año y síntomas de una Gripe o un Resfriado común. Pero, ¿cómo reconocer y diferenciar un catarro común de la gripe?
En el caso de una Gripe, la diferencia fundamental es que a todos estos síntomas, o algunos de ellos, se le añade la fiebre, que en caso de presentarse es mucho más alta que en los resfriados (por encima de los 38º C), y el malestar general o dolor de huesos. Incluso a veces, la gripe también puede originar diarrea, náuseas o vómitos.
En ambas patologías, los virus se transmiten de persona a persona, habitualmente a través de las secreciones respiratorias, por la respiración, por la tos y el estornudo, o incluso por las manos.
Los tratamientos, tanto para la Gripe como para el Resfriado son siempre sintomáticos. Es decir, los tratamientos nos van a ayudar a encontrarnos mejor y que la evolución de la enfermedad se nos haga un poco más llevadera, pero no son curativos.
Tenemos que tener en cuenta que la infección que da lugar a un Resfriado o una Gripe es provocada por un virus y no por bacterias. Esto es importante, ya que los antibióticos se utilizan sólo para tratar infecciones provocadas por bacterias.
Normalmente vamos a tratarnos con preparados Antigripales, medicamentos que contienen varios tipos de compuestos:
- Analgésicos: Puede ser Paracetamol ó Ácido acetilsalicílico. Disminuye el dolor y el estado de malestar general, además de ayudarnos a bajar la fiebre.
- Antihistamínicos: Clorfenamina. Evitan el picor de ojos y disminuyen la secreción de mucosidad.
- Descongestivo: Fenilefrina ó Pseudoefedrina. Descongestiona la nariz para que podamos respirar con mayor facilidad
¿Conoces algunos de estos preparados Antigripales?
La pauta para tomar estos preparados es de 1 sobre cada 8 horas durante 3 días. Si al cabo de estos 3 días no hemos mejorado ninguno de los síntomas o empeoramos, es importante acudir a nuestro médico.
Además hay que tener en cuenta que a veces la gripe o el resfriado puede derivar en infecciones del tracto respiratorio mucho más serias, de origen bacteriano, como puede ser una Neumonía. En el caso de que síntomas como la mucosidad en el pecho o la fiebre alta no disminuyan tras la toma de estos antigripales, es importante acudir a nuestro médico.